Uruguay, LatAm cinema: Directores nuevos y consagrados en tres grandes festivales afirman el buen momento del cine chileno (spanish)

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La segunda mitad del año marca el arribo de novedades del cine chileno en tres de los más importantes festivales para el cine occidental, con estrenos y proyectos en desarrollo de cineastas con un reconocida trayectoria pero también de nuevos realizadores, hecho que coloca al país andino en un presente que reafirma su pasado cuidando su futuro

“La convivencia de talento emergente con consolidado ha sido siempre un sello característico del cine chileno, es una línea de promoción muy poderosa y que habla no solamente de la diversidad de talento que existe en nuestro país, que es muy numerosa, sino también de un gesto colectivo en el cual los grandes arrastran, impulsan y presentan en la escena internacional a los más jóvenes. Es una convivencia prolífica porque hay una camaradería y un trabajo en equipo, lo vimos muy fuerte en Venecia eso, en donde los talentos, los directores y los productores que ya tienen una trayectoria y experiencia, que han ganado premios y son reconocidos, van presentando a los más jóvenes como parte de una especie de colectivo nacional que nos enorgullece mucho y de lo que sentimos CinemaChile ha sido partícipe”, explica a LatAm cinema Constanza Arena, directora ejecutiva de CinemaChile, marca sectorial de ProChile y APCT.

En la última edición del Festival de Venecia, celebrado entre el 28 de agosto y el 5 de septiembre, Chile tuvo una participación histórica con el estreno mundial de tres largometrajes y un cortometraje y tres proyectos en desarrollo. “Ema”, octavo largometraje del reconocido director Pablo Larraín con producción de Fábula, fue el único filme con producción íntegramente latinoamericana que compitió por el León de Oro en la Sección Oficial. La película sigue a una joven que deambula por las calles de Valparaíso buscando aplacar la culpa luego de haber dado en adopción a su hijo. En la sección Orizzonti también la única representante latinoamericana fue chilena: “Blanco en blanco”, dirigida por Theo Court, se alzó con los premios a mejor director y el premio FIPRESCI. El filme, protagonizado por Alfredo Castro y coproducido por Quijote Films junto a países europeos, está ambientado en los primeros años del siglo XX y cuenta la historia de un hombre que acude a un pueblo para fotografiar el matrimonio entre un hombre poderoso y una niña de 14 años. “El príncipe”, ópera prima de Sebastián Muñoz producida por El Otro y Niña Niño Films, compitió en la 34° Semana de la Crítica, sección paralela del festival, donde se alzó con el Queer Lion Award. El largometraje, también coprotagonizado por Alfredo Castro, está basado en la novela homónima de Mario Cruz y narra el vínculo que se forma entre dos hombres en una cárcel en 1970. Completa la participación chilena el cortometraje “Fiebre austral” de Thomas Woodroffe con producción de Brisa, filme que explora los límites entre el placer y el dolor y que compitió en la sección Orizzonti.

CinemaChile asistió por tercer año al área de industria del festival, apoyando tres proyectos en desarrollo que estuvieron en el Venice Gap-Financing Market: “A la sombra de los árboles” de Matías Rojas producido por Quijote Films , “Hypha” de Natalia Cabrera producido por Maltrato Films y la coproducción minoritaria de Rampante en “Re Granchio” de Alessio Rigo de Righi y Matteo Zoppis. En paralelo, un grupo de profesionales llegó a Venecia con el fin de buscar nuevos socios para sus películas, aprovechando el acuerdo de coproducción existente entre Chile e Italia y la reciente incorporación del país europeo en Ibermedia.

“La convivencia de talento emergente con consolidado ha sido siempre un sello característico del cine chileno, es una línea de promoción muy poderosa y que habla no solamente de la diversidad de talento que existe en nuestro país, sino también de un gesto colectivo en el cual los grandes arrastran, impulsan y presentan en la escena internacional a los más jóvenes.”

El cine chileno cruzó el océano Atlántico para participar del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF), desarrollado entre el 5 y el 15 de septiembre en la ciudad canadiense. Allí, seis producciones nacionales participaron en las diferentes secciones del festival. En la sección Special Presentations participó la mencionada “Ema” de Pablo Larraín, y en Shortcuts el también ya nombrado corto “Fiebre austral”. Larraín tuvo una doble presencia en Toronto, ya que su filme de 2012 “No” se pudo ver en TIFF Cinematheque. “Araña”, nuevo filme de Andrés Wood que ha sido seleccionado para representar al país en los Oscars y los Goya, compitió en la sección Contemporary World Cinema. La película, producida por Wood Producciones junto a la argentina Magma Cine y la brasileña Bossa Nova Films, narra los intentos de un grupo de personas por ocultar su involucramiento con la extrema derecha de los años 70. En la sección Discovery se pudo ver “Lina de Lima”, película dirigida por María Paz González y producida por Quijote junto a la argentina Gema Films y la peruana Carapulkra Films que sigue a una inmigrante peruana en Chile que explora sus deseos e identidad. El documental “La cordillera de los sueños” de Patricio Guzmán, producido por Market Chile y Atacama Productions, fue parte de TIFF Docs.

También en Toronto asistió una delegación chilena al mercado audiovisual, gracias a la ayuda recibida por el Programa de Apoyo para la participación en Mercados Internacionales. Allí además CinemaChile realizó un encuentro con el fin de promover el acuerdo bilateral vigente entre Chile y Canadá y estimular la entrada de producciones nacionales en Norteamérica. “Toronto nos presentó la oportunidad de mostrar una diversidad de películas en la selección oficial, algunas de las cuales venían de Venecia y otras que siguen en San Sebastián, así que este festival también da cuenta del éxito que el cine chileno está teniendo en este segundo semestre histórico, que para nosotros en CinemaChile es como un regalo de cumpleaños para celebrar nuestro décimo aniversario, y creo que es incuestionable a esta altura el rol de Chile en la región latinoamericana con una cinematografía muy potente”, opina Constanza Arena.

Cerrando un mes de estrenos en tres importantes festivales internacionales, ocho producciones chilenas fueron seleccionadas en las diferentes secciones del Festival de Cine de San Sebastián, que tendrá lugar entre el 20 y el 28 de septiembre.

La última película de José Luis Torres Leiva, “Vendrá la muerte y tendrá tus ojos”, es una de las 20 que competirán por la Concha de Oro. El filme, producido por Globo Rojo Films, cuenta la historia de dos mujeres que compartieron sus vidas y se mudan a una cabaña luego de que una de ellas decida no recibir tratamiento para su enfermedad terminal. En la sección Nuevos directores fue seleccionada “Algunas bestias” de Jorge Riquelme, largometraje sobre una familia que queda aislada en una isla ya que desaparece el hombre que los había trasladado allí.

La película que abre Horizontes Latinos será la mencionada “La Cordillera de los sueños” de Patricio Guzmán, y otros títulos que ya han pasado por Venecia o Toronto siguen su recorrido en San Sebastián: “Araña” y “El príncipe” estarán en Horizontes Latinos,  “Ema” en la sección más exclusiva del festival, Perlak, y el corto “Fiebre austral” estará en Nest Film Students. También fue seleccionada en la categoría Zabaltegi-Tabakalera la coproducción entre la chilena Forastero y la argentina Un Puma “Shakti”, filme de Martín Rejman sobre un hombre que cae en un pozo depresivo luego de su separación pero que encuentra esperanza en unos knishes de papa congelados que le dejó su abuela antes de morir.

Además de la exhibición de filmes, dos proyectos chilenos han sido seleccionados en el foro de coproducción Europa-América Latina. Ellos son “El cardenal” de Benjamín Ávila con producción de Storyboard Media junto a Argentina y Brasil y “Amor es el monstruo” de Neto Villalobos, coproducción entre la chilena Ceibita Films junto a Costa Rica. Al igual que en los otros festivales, la presencia chilena se complementa con una delegación en representación de 21 casas productoras y 40 películas que trabajará en las películas chilenas que se estrenarán en el futuro, con el fin de proyectar en el tiempo el exitoso presente de la cinematografía nacional.

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